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Siddharta Gautamá, más conocido como Buda, nació en Lumbini, en el reino de Kapilavatthu, en el actual Nepal, cerca de la frontera con India. El budismo fija su nacimiento en el año 543 a.C., origen de su calendario.

Buda nació en el seno de una familia perteneciente a de la tercera de las cuatro castas hindúes, la kshatrias, compuesta de los guerreros y nobles. Su padre era el rey que gobernaba el clan de los Shakya, por ello se le conocía como príncipe.

La leyenda cuenta que su madre, Maya Deví, soñó con un pequeño elefante provisto de seis colmillos y cabeza rojo rubí que entró por el lado derecho de su vientre y que empezó a gestarse en ella. Ocho sabios del Tíbet visitaron al rey y presagiaron que ese sueño era una clara señal de que su futuro hijo sería un santo y un sabio. 

 

El nacimiento de Siddharta Gautama, nueve meses después, fue igualmente legendario. El parto provocó la muerte de la madre, que antes indicó que había soñado que su hijo se le aparecía sobre una flor de loto al tiempo que una llovizna de pétalos caía sobre ambos y que le decía: "Triunfaré del nacimiento y de la muerte y venceré a todos los demonios que hostigan al hombre”.

Un monje profetizó también que el niño se convertiría en un gran gobernante, pero que si éste conocía la muerte y la enfermedad, abandonaría este camino para convertirse  en un gran maestro religioso. Condicionado por esta profecía, su padre le rodeó de lujo y cuidados, y le protegió de la dureza de la vida fuera de palacio, de la pobreza, la enfermedad y de la necesidad, para evitar que desarrollara su tendencia hacia lo espiritual.

El joven Siddharta recibió la mejor educación y formación posibles en su tiempo. Entre las leyendas que relatan su infancia, destaca aquella en la que se encontraba con su primo Devadatta. Éste hirió con una flecha a un cisne, que reclamó por haber herido. Sin embargo Siddartha le dijo que no tenía ningún derecho sobre él y lo dejó ir. Su primo reclamó ante el rey, pero éste orgulloso del juicio de su hijo, le dio la razón. Esta es la primera muestra de no violencia en el príncipe.

A los 16 años su padre, siguiendo con la intención de mantenerlo como futuro gobernante de su reino, arregló su matrimonio con princesa llamada Yasodhara, de la cual nacería su hijo llamado Rahula.

A pesar de las precauciones de su padre, Siddhartha alcanzó a salir del palacio, hecho que da lugar a Los Cuatro Encuentros: ocasiones en las que vio por primera vez en su vida a un enfermo, un anciano, un cadáver y por último un asceta, los encuentros con realidades que hasta entonces para él eran desconocidas y que propiciaron la orientación espiritual del príncipe, y su cuestionamiento sobre el sufrimiento.

El príncipe volvió a palacio, pero debido a la crisis que provocaron estos cuatro encuentros, a los 29 años decide convertirse en monje mendicante, renunciando a todos sus bienes, familia, herencia y a su posición social, para seguir distintas prácticas religiosas y ascéticas en busca del alivio del sufrimiento y de la paz interior. 

Comienza entonces su búsqueda espiritual. Durante este periodo, Siddharta aprendió de la mano de diferentes maestros espirituales o gurús. Al principio buscó la unión del individuo con lo absoluto para lograr la liberación, estudió con seis gurús pero nadie pudo contestar sus preguntas. Recibió decenas de consejos y recetas para alcanzar la verdad, las probó todas durante años hasta rechazar la creencia Brahamánica del destino fijo que promete el paraíso.

Entonces decidió buscar la verdad por sí mismo, e intentó vencer al mundo de los sentidos sometiéndose a extremas austeridades, como el ayuno prolongado que casi le provoca la muerte. Con esto tampoco encontró la solución a los problemas que le aturdían, por lo que intenta abordar el problema de otra manera diferente.

Fue el encuentro con un músico afinando su instrumento el que le hizo comprender que la solución estaba en la moderación (si tiras mucho de la cuerda se rompe, si tiras poco no suena). El camino medio de moderación evita los extremos de la mortificación y de la indulgencia, incrementando su energía, su juicio, y su capacidad de concentración. 

Así, se sentó bajo una higuera con la promesa de no levantarse hasta encontrar la respuesta que esperaba, y adoptó una actitud de meditación centrándose principalmente en la respiración. Durante un periodo de 49 días atravesó distintas etapas de meditación, en los que llega a conocimiento de existencias anteriores, alcanza a ver seres morir y renacer de acuerdo a la naturaleza de sus acciones (ciclos de existencia y el karma), e incluso llega a ser tentado por demonios y visiones. Finalmente logra destruir en sí mismo los cuatro venenos mundanos: el apego a lo material, los deseos sexuales, los falsos conceptos, y la ignorancia.

Al final, conoció que había logrado un estado definitivo de "no-retorno" al que denomina Nirvaņa (cese), y que se conoce como el hecho central del budismo, el Despertar o la Iluminación. Esto ocurría en la localidad de Bodhgaya, cerca de Varanasi (Benarés), cuando Siddartha tenía 35 años. Actualmente el lugar donde se ubicaba esta higuera sigue siendo el sitio más sagrado de peregrinación para todos los budistas.

Tras de alcanzar el estado de iluminación, dedicó su vida a propagar sus enseñanzas por todo el norte de la India, con la idea de que todo ser humano podía lograr el "cese" del sufrimiento y poder vivir la verdadera naturaleza de la existencia tal como él había conseguido. Fue así como comenzó su ministerio, que duró más de 40 años, durante los que se fundó la orden budista, formada por una agrupación de monjes mendicantes que posteriormente serían conocidas como Sanghas. Murió a los 80 años. Al no designar sucesor frente a la Sangha, esta doctrina generó diferentes escuelas y variantes.

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